Monday, December 27, 2010

Caracas, Venezuela: "El teatro pobre no se está haciendo"

Article and photo published by El Universal.

Entrevista // Gonzalo Camacho, actor
"El teatro pobre no se está haciendo"


"Para mí el Gobierno lo hace muy mal, porque está castrando al teatro"
El artista asegura que el apoyo gubernamental es necesario, por eso no ve con buenos ojos el retiro de los subsidios a grupos de teatro (Nicola Rocco)

DUBRASKA FALCÓN | EL UNIVERSAL
lunes 27 de septiembre de 2010
Gonzalo Camacho (Bolivia, 1940) lo ha tenido muy claro desde siempre: el teatro que hace no da dinero. Su puesta en escena, esa que llama didáctica, de autor, no le ha dejado ninguna ganancia, al menos monetaria. El obrero del teatro, como asegura llamar su labor, llegó a Venezuela en 1969 y se enamoró de las tablas de este país. Y se quedó no para vivir del teatro, sino para que el teatro viviera de él.

Por eso el aumento del teatro comercial, el despojo del subsidio de algunos grupos de teatro, la censura por parte del Gobierno, y la gratuidad de algunas salas preocupan enormemente a este hombre que ha estado 60 años encima de las tablas.

"Yo hago un tipo de teatro didáctico. Ese no da plata. El dinero hay que buscarlo en la televisión o en el cine, pero yo no vine aquí para eso. Puedo decir que he gastado mucho más en el teatro que lo que he recibido de él. Soy productor independiente, jamás he recibido un solo centavo del Estado. Generalmente con mis producciones salgo con las tablas en la cabeza. Siempre he perdido, o he tenido ganancias mínimas. Pero sigo trabajando... sigo haciendo teatro", asegura con misticismo el artista.

-¿Cómo ve el panorama del teatro que se realiza hoy en Venezuela?
-Estoy muy preocupado. En primer lugar, aquí tuvimos momentos hermosos en el teatro en los años 80 y 90. Pero de los 90 para adelante ha comenzado a decaer. Siempre ha habido dos corrientes: el teatro falsamente llamado comercial y el teatro cultural. No sé hasta qué punto el teatro comercial será bueno. Hay gente de la televisión que está vendiendo su imagen. Y, claro, la gente quiere ver al actorcito.

-¿Eso le hace daño al teatro?
-No. Eso está muy bien. No hay ningún problema. Es la calidad de la obra. Dime los unipersonales, los monólogos. Ahí no hay dramaturgo, no hay nada. Es un teatro banal.

-¿Entonces ahora se busca hacer dinero o hacer teatro?
-¡Hacer dinero! Ese es la idea del teatro comercial. Por ejemplo, el teatro que yo hago no le interesa al Trasnocho. No le interesa a ninguna sala comercial. ¿Por qué? Porque Camacho no da dinero. Camacho no lleva plata a la taquilla. Entonces hay pocos grupos. El Rajatabla, que sigue haciendo buen teatro, y alguno que otro grupo... Pero hay una generación emergente de directores muy buenos como Rufino Dorta.

-¿Por qué cree que el Gobierno nacional ha dejado de apoyar al teatro?
-Cuando llegué a Venezuela me asombró el subsidio. Tenían grandes subsidios. Los grupos no cuidaban sus taquillas, regalaban las entradas. Claro, al levantar el telón ya tenían todo cubierto. No les importaba la taquilla, pues para el próximo montaje tenían otro subsidio. En otras partes no es así. En otras partes le dan la mitad del presupuesto y tienen que cuidarla y buscar el resto. Otra cosa que también veo es que hay plata para todo menos para pagarle a los actores. Te ofrecen un sueldo mínimo y te decían que te iban a pagar con la taquilla.

-¿Se puede vivir del teatro?
-No. ¡O por lo menos yo no! Yo tengo mi pensión, gracias a Dios, y mis clases. ¡No vivo del teatro, el teatro vive de mí! Ayer (el martes pasado) estuve en Unearte, donde hice unas funciones sobre una obra de Simón Rodríguez, en mayo del año pasado. Ahí había hecho El Quijote, eran cuatro funciones, pero una se suspendió porque el presidente (Hugo Chávez) fue a Unearte. Esa vez me pagaron mil bolívares por función. Y ahora por Rodríguez me tocan 600. Pero esta es la hora que no me han pagado. No hay dinero.

-Y al mal pago se le une la ausencia de salas de teatro...
-¡Esto es horrible! Vengo de trabajar en El Túnel, donde está el Grupo Acción, que cumple 30 años. Ahí lo que piden son 10 bolívares de colaboración. Entonces el domingo, en el pote nos encontramos que había monedas, que había un billete de 2 bolívares. Gente que no tenía esos 10, imagínate en el laboratorio Anna Julia Rojas que pide por colaboración 20 y a veces no lo dan.

-¿Qué opinión le merece las salas que se abrieron en los centros comerciales?
-100% comerciales. Y es carísimo. Entradas a 40, 60 y hasta 150. ¡Caramba, es una entrada prohibitiva! Dime, ¿un estudiante de secundaria cómo va a pagar eso? Yo no puedo pagarlo. El teatro pobre casi no se está haciendo.

-¿Entonces sí es necesario el apoyo gubernamental?
-Claro, eso es un hecho mundial. Un porcentaje del ingreso del país se destina a la cultura. Me acuerdo que Carlos Jiménez protestaba mucho porque no llegaba al 1% lo que se le designaba a la cultura. Otro punto importante es la docencia. Están saliendo muy mal preparado los muchachos. Es un aprendizaje totalmente dérmico.

-¿Qué le parece la censura que ha hecho este Gobierno al teatro? Fabiola Colmenárez no pudo actuar en la obra por ser de la oposición. Hace dos semanas la pieza fue sacada del Celarg porque una pronunciar la frase "Gobernador que se duerme se lo lleva la corriente"?
-Siempre digo que el Estado y el arte sí pueden reunirse en una mesa a charlar. Pero el arte y la política, no. Ahí se juega a: "O haces lo que te digo o no te ayudo". Alguien me contó que en el Celarg te piden el libreto antes. ¡Eso no puede ser!

-El ministro Francisco Sesto aseguró que la agrupación Akeké Circo Teatro, que montó , no volvería a pisar las tablas de una institución pública... Impromach
-Y seguro lo cumple. Eso no puede ser. Tiene que aceptar la crítica constructiva de altura, sin ofensa. Pero eso es válido eso viene desde los griegos, en Roma, en la Edad Media, en el Renacimiento. Molière, el médico avaro, crítica hacia los médicos. Eso siempre lo ha habido. Para mí el Gobierno hace muy mal, porque eso es castrar el teatro. Pero no solamente en el teatro. La danza también está sufriendo.

-¿Usted, que hizo teatro durante 60 años, recuerda otros momentos de censura?
-Pero no tan rígida. Antes debías llevar una copia del libreto a la Gobernación, por ejemplo. La dejabas ahí y el día del ensayo general o dos días antes mandaban un censor. Veía la obra por si tenía alguna alteración. A la salida te decía si era censura A, B, C o D.

-¿Por qué un gobierno censura un grupo de teatro?
-Porque no está de acuerdo con su pensamiento. O piensas como yo o te arruinas. Igualito que en Cuba.

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